“Pregunta: ¿Qué pasaría si un día, después de un accidente, te dicen que no podrás volver a caminar otra vez? ¿Qué pasaría si te dicen que tu tiempo de vida se reduce a meses, semanas… días? ¿Qué pasaría si de repente te dicen que no pueden mantenerte con vida, y que hay que dirigir tu muerte lo más rápido posible? O aún peor…
Leyla se siente muy mal y le sigue pidiendo a Alexis que por favor disminuya la velocidad. Él hace lo que puede, y en vista de la condición de su amiga opta por no decirle nada, hasta que no puede detenerse en un semáforo en rojo y es arrollado por otro auto. Bárbara parece hipnotizada, no sabe qué decir, cómo reaccionar, pero entonces es cuando recuerda las palabras de Camila, cuando le advirtió de todo esto, y cuando él le presenta a su prometida, y la presenta a ella como una muy buena amiga que les hará un precio especial por un matrimonio espectacular, Bárbara sonríe nerviosa, no sabe si sentarse o retirarse indignada, pero después de pensar mejor, decide sentarse, como toda una profesional, y comienza a hablar del futuro matrimonio y las ideas que se le vienen a la mente cuando los mira, mientras Joaquín la mira con una sonrisa de satisfacción. En un restaurante no muy lejos de allí, la cena de Camila va de bien en mejor: Gonzalo se comporta como todo un caballero y la conversación fluye mejor de lo que la misma Camila hubiera imaginado. Cuando se termina todo, y él va a dejarla en su auto, ya afuera de la casa, y le entrega una tarjeta formal con una invitación a una fiesta de disfraces de gala. Y tras decirle que puede ir con todos sus amigos, porque es para beneficencia del cuerpo de bomberos, la convence cuando asegura que para él sería muy importante que ella fuera. Una vez adentro, nota que nadie está en la casa, y un mal presentimiento muy extraño viene de repente a su corazón.
En el hospital Ninoska revisa a Alexis en busca de heridas más graves, pero él insiste en que no se preocupen por él, porque Cristian y Leyla están peor. Y en el minuto en que le dice que cuando iban camino al hospital Leyla vomitó en el auto sin razón alguna, Ninoska busca el lugar donde está Leyla inmediatamente para saber de qué se trata, encontrándose con el gineco obstetra que le informa que su amiga tiene 4 semanas de embarazo. Cuando Gicela llega a la casa, encuentra a Camila tratando de comunicarse con Alexis o Leyla, pero nadie contesta los teléfonos; desiste en sus intentos cuando en la puerta entra Bárbara, y Camila la recibe con una mirada expectante: sin decir nada, quiere saber qué pasó, como está, y Bárbara se acerca a ella lentamente, con la cartera en la mano y sin saber qué decir, nerviosa. Camila cambia su mirada, descubre lo que acaba de ocurrir, y sin decir una sola palabra la abraza fuerte y acariciándole la espalda, sin ser devuelto el abrazo. Cuando Alexis está bien, y ya lo han dado de alta, Ninoska le dice que vaya y avise a todos que todo está bien, y que si quieren ver a Cristian o a Leyla, lo mejor es que vuelvan mañana. Cuando éste se prepara para partir, Ninoska lo detiene, con intenciones de decir algo más, reteniéndolo del brazo y mirándolo con un dejo de indecisión en los ojos. Alexis pregunta qué pasa, si hay algo más que deba decirle, pero Ninoska prefiere no hacerlo, y lo deja irse; una vez que se queda sola, descubre que tiene más miedo del que sabía que tenía.
Al día siguiente, durante el desayuno, Camila les habla del baile de disfraces y lo mucho que le ayudaría que ellos la acompañaran, porque nunca antes las cosas habían salido también con un hombre, y necesita saber que todos ellos estarán ahí en caso de que algo salga mal. Los tres presentes prometen aparecer en la gala y buscar disfraces ad hoc a la situación. Y en el minuto en que se disponen a partir al hospital, Paula aparece en la puerta, para pedirle a Alexis que le explique por qué no la ha llamado, por qué salió escapando hace varios meses y no ha vuelto a decirle nada; y mientras ella hace todo el neurótico maníaco compulsivo de su monólogo, Alexis la mira con paciencia, y ojos llorosos. (1)Apenas lo deja hablar, él le dice que ella es una mujer increíble, de esas que realmente valen la pena, porque cuando estaban en pleno caos, (1) y él le prometió al cocinero que aún con todo lo que estaba pasando se quedaría, (1) ella se quedó con él también, y cuando él se rindió tratando de romper la puerta, ella tomó su lugar. (1) Remarca que es una mujer increíble, que se merece muchas cosas, pero a él no precisamente, porque ha estado solo tanto tiempo, que ya se acostumbró a ese estado, (1) y ha pasado tanta gente en su vida, y tantas historias mientras él ha estado tratando de reparar eso, que no lo hace realmente alguien bueno para ella. (1) Le cuenta que su última chica se embarazó de él y no le dijo nada, y simplemente lo dejó partir cuando él estaba pasando un mal momento. (1) Una vez más le dice que ella es una excelente chica, pero en este caso, tiene la puerta abierta para huir, porque se merece algo mucho mejor. (1) Paula no responde, no tiene impresiones, ni siquiera lo mira, (1) y la última vez que lo hace, es para decirle que opta por salir por la puerta abierta. (1) Alexis la ve salir de la casa, se ve solo un momento en el living renovado, y sale él también, en dirección al auto, rumbo al hospital.
Cuando Cristian despierta, Leyla está a su lado y él sonríe al ser su esposa a la primera persona que ve al despertar, y entonces entra Ninoska que no trae buenas noticias: según el archivo del hospital, lo que le afecta es una condición cardíaca hereditaria, y han encontrado casos en su familia. Lo que ella recomienda es una cirugía, pero más adelante, porque aunque está fuera de peligro, prefiere que se recupere bien y guarde reposo en su casa, dándole el alta esta misma tarde. Una vez que están solos, Cristian le dice lo perdone por todo lo que ha estado pasando los últimos meses, y le revela que la persona que lo tiene tan ocupado es Silvana, que está en coma y nadie sabe por qué, en el mismo hospital. Leyla le dice que no se preocupe, porque ya lo sabía: lo había descubierto hace meses y estaba esperando que él se lo dijera. En ese minuto, él le dice que hay algo más, y que por favor lo perdone y lo entienda, pero casi como por arte de magia, y sabiendo cuándo sería el momento preciso para aparecer, Isidora llega a la habitación, interrumpiendo el diálogo del matrimonio que queda pospuesto sin fecha determinada.
Mientras rondan por el hospital, Alexis pasa a ver a Silvana que apenas lo ve llegar, intenta hablar y mandarle el mensaje que a todos ha intentado entregarles, y teniendo movilidad reducida de sus dedos, intenta escribir con ellos en la cama, sacando éste un lápiz y escribiendo él mismo en su mano todas las letras que Silvana escribe con los suyos, formando una frase que le llama bastante la atención.
En la casa, mientras reciben cajas con implementos para el matrimonio de Joaquín, Camila le pregunta a Bárbara si está segura de lo que hace, y si se siente bien haciéndolo. Ella responde que el tema aquí no es si se siente bien haciéndolo: recientemente quedaron en la ruina, y tienen que partir de cero, y si algo es importante, mucho más que sus sentimientos, es que necesitan el dinero. Camila la mira y le dice que si bien siempre ha sido demasiado profesional cuando se trata de la agencia, le dice que comprende que esta vez no se sienta bien haciendo el trabajo. (2) Bárbara le sonríe y le pide que no se preocupe, porque pase lo que pase, ella estará bien. (2) Cuando Alexis llega con el mensaje deletreado por Silvana a la habitación de Cristian, Leyla e Isidora están también presentes, mostrándose ésta última más interesada en el mensaje; (2) Pero en verdad son sólo tres palabras “Medina, estafa, mentira”, y sólo eso es suficiente para Isidora, que apenas se ve libre, llama a la madre de la chica y le pregunta qué harán al respecto, siendo la respuesta que la mujer se muestra totalmente sorprendida por que aún sigue viva, y como sabe demasiado, no puede seguir con vida: (2) hay que aniquilarla.
En un café con el príncipe, Gicela comparte el almuerzo con su amado cuando éste le hace una propuesta muy poco usual: lo llamaron desde Buenos Aires, Argentina, por un trabajo al que postuló hace ya varios meses, y que él había considerado perdido. Ha sido aceptado, y en orden de poder ejecutarlo, debe irse a vivir a Argentina, pero no quiere irse solo, y aunque él quiere tomar el trabajo, porque es una gran oportunidad, aún no ha dado una respuesta, porque él también está esperando una respuesta. Ella comprende lo que está tratando de decirle, y cuando descubre que tendrán que, de aceptar, tendrían que irse el próximo mes, le dice que las cosas son un poco más complicadas, y que tiene que pensarlo. Diciendo esto se levanta y decide irse, porque irán todos a buscar disfraces de gala esta tarde. (3) Así es como Leyla, Bárbara, Camila, Gicela, Ninoska, Alexis y Cristian parten a buscar disfraces, pasándose toda la tarde en un depósito inmenso, probándose un número enorme de disfraces de gala, (3) convirtiendo el lugar en toda una pasarela de modas, cuando todos salen vestidos mostrando su disfraz. (3) Cuando salen de la tienda, con bolsas de disfraces, cada uno con su vestuario especial, Camila les dice que para agredecerles por acompañarla a la fiesta de mañana en la noche, les invita a todos a un café, (3) accediendo todos a tamaña petición. Durante esa noche, Ninoska y Magaly salen del departamento para llegar a un poblado en los suburbios, en una de las casas mejor arregladas; (4) al mismo tiempo, en un bar, Cristian decide reunirse con la mujer y su hija para poner un punto final al tema del chantaje, (4) y mientras Ninoska pregunta a Magaly si está segura de lo que hará, (4) Cristian se muestra tosco y duro con las mujeres, diciéndoles que tiene una muy buena cifra para ellas, esperando no volver a verlas nunca más. (4) Cuando las dos amigas tocan el timbre de la casa, y ven al mismísimo Enrique, ex esposo de Magaly, salir por la puerta, Cristian entrega a las mujeres un recibo de dinero, asegurando que esos son los datos de su cuenta de ahorro personal, y se las está entregando en su totalidad, dispuesto a quedarse sin nada, (4) para que dejen tranquila a su esposa. (4) Cuando Enrique la reconoce, (4) ella le dice que no le fue muy difícil encontrarlo, porque siempre fue un mediocre que dejaba evidencias de sus errores en todas partes, (4) y en cuanto empiezan a sonar patrullas de policía por todos lados, Enrique comprende lo que sucede. (4) Las mujeres ven el número de la cuenta: 370 millones de pesos sólo para ellas, (4) y al acceder a la cifra, éste les entrega el cheque con la cantidad. (4) Enrique intenta escapar, pero el servicio de Magaly lo retiene hasta que llega la policía y los encuentra a ambos. (4) Cuando Enrique se ve totalmente perdido, su ex esposa le dice que esta noche se hunden juntos.
A la mañana siguiente, todos visitan a Magaly en prisión, para enterarse de que si todo resulta como ella se lo espera, estará libre muy pronto; Leyla, que se muestra enfadada en todo minuto, es dejada sola con ella para que arreglen cuentas, y luego de un ataque de histeria donde le hace saber con gritos lo preocupada que la tenía y lo mal amiga que es por no dar ninguna seña de vida, totalmente descontrolada, Magaly se pone de pie, se acerca de repente y la abraza, pidiéndole perdón, y diciéndole que una vez que salga de allí se lo retribuirá con tiempo exclusivo para ellas dos solas.
Rápidamente llega la tarde y todos se preparan para la fiesta de gala de disfraces; (5) y mientras Leyla tiene ya puesto disfraz de la bella durmiente, Cristian baja las escaleras vestido como el personaje de aquella teleserie nocturna de sus infancias, “El Señor de la Querencia”. (5) En la casa, Gicela aparece vestida como Blanca Nieves, y Camila de la princesa Fiona. (5) Ninoska, vestida como La Quintrala, aparece con Claudio, que accediendo a participar también, se ha disfrazado, bajo influencias de Ninoska, del mítico Doctor Gregory House. (5) Kuky también decide participar, llevando un disfraz de rapunzel, hasta el minuto en que todos se percatan de que faltan Alexis y Bárbara, y Camila asegura saber dónde están. En el frontis de la iglesia, Alexis pregunta si está segura que quiere hacer esto, y Bárbara le dice que sí: tiene que revisar el trabajo antes de entregarlo. Se baja del auto, ya anocheciendo, y entra en la iglesia, encontrándose de frente con la novia, que se acerca a ella para agedecerle por lo hermoso que quedó todo. Bárbara está hipnotizada, congelada, aún dolida por todo, y al notarlo, la novia le pregunta si ella también está enamorada de su marido. Bárbara la mira sorprendida, sin saber qué decir, y apenas intenta formar una frase, le dice que no se preocupe, porque sabe perfectamente con quién se está casando, y sabe que él la sedujo, y que si le sirve de alivio en algo, el interés que ella tiene en él no es más que monetario, y que ella también tiene en este minuto, sus otros “asuntitos” pendientes. Sin saber qué sentir, Bárbara solo dice que debe irse, y parten con Alexis a la casa.
(6) Llega la noche, la música suena en el lugar donde se realiza la gala, y al sonido de “Enjoy The Silence” de Depeche Mode, los invitados comienzan a llegar. (6) Camila es recibida por Gonzalo en la puerta, agregando que se ve bellísima, y en el auto, antes de bajar, solos Cristian y Leyla, ésta siente que tiene que decirle lo del bebé, y lo retiene ahí un momento, sin atreverse a decir nada, y diciendo al final que lo perdona por haberle ocultado que tenía una hija y una ex mujer, y que siempre lo supo. (6) Cristian, congelado, sin saber qué decir, sólo piensa en que las mujeres no merecen el dinero, y que no importa que lo sigan chantajeando, y sólo pensando en que tiene que recuperar ese cheque, le dice a Leyla que olvidó algo en casa, y que la verá más tarde, partiendo apresuradamente, (6) dejando a Leyla completamente sola en la puerta del lugar, porque todos ya han entrado.
Cuando Alexis y Bárbara están en la casa, retrasados, preparándose para la fiesta, se escucha que la puerta se abre abajo, y se cierra violentamente, preguntando Alexis quién ha vuelto, encontrándose con una no muy grata sorpresa. Al mismo tiempo, en el hospital, Isidora y la mujer están disfrazadas de enfermeras, y han robado credenciales falsas, para entrar a la habitación de Silvana y llevar a cabo el homicidio. Bárbara y Alexis son tomados como rehenes de la mafia que está buscando a él por asesinar al tipo, y Cristian conduce a toda velocidad a través de la ciudad. Mientras los amarran a unas sillas y les amenazan con armas, Alexis les pide que por favor dejen ir a Bárbara, porque ella no tiene nada que ver en todo esto, y de repente ella pregunta qué hizo, por qué estos tipos lo conocen, diciéndole los mafiosos, que se han burlado de ambos durante toda su estadía en la casa, que le cuente a su amiguita lo que hizo, dándole fuertes golpes. Sin ser descubiertas, Isidora y su acompañante suben al ascensor con un guardia de seguridad, que las queda mirando de repente y les pregunta si las conoce de alguna parte. Antes que Alexis comience a contar la historia, uno de los hombres pregunta qué mierda de música tienen en esa casa, porque quiere musicalizar el momento antes de matarlos a ambos, encontrando un CD de Depeche Mode, y poniendo una canción lenta para su gusto, empezando a sonar, al mismo tiempo que en la fiesta, “Somebody”, (7) y cuando Cristian llega a la casa de las mujeres, encontrando solamente a la adolescente que dice ser su hija, (7) Alexis cuenta que hace dos años, mientras se producía una serie, tras la muerte de Mariana, él estaba en medio de un colapso emocional, y cuando uno de los productores le negó participar en la producción de su propia serie, iniciaron una pelea en su oficina, que acabó con el productor cayendo por su ventana desde un séptimo piso. (7) Cristian toma violentamente a la adolescente y le pregunta dónde están su mamá y el cheque, y que exige que le devuelvan el dinero porque su mujer ya lo sabe y siempre lo ha sabido, y no le importa si lo chantajean o no, (7) y en el minuto en que Isidora responde que son enfermeras en práctica y que son nuevas y que nunca las ha visto antes, (7) uno de los mafiosos termina la historia diciendo que lo que él no sabía, es que el productor era líder de su organización, y que meterse con él sería el peor error de su vida, (7) y tras asegurar que en esas condiciones, no iba a escapar tan rápidamente, (7) pone el arma en su frente y anuncia que la hora tenía que llegar tarde o temprano.
En la fiesta, mientras suena también “Somebody” y todos bailan con sus parejas, Leyla y Gicela están solas sentadas en una mesa, intentando llamar a Bárbara y Alexis, que no responden los celulares; en ese minuto, Leyla se siente mal, y todas la acompañan al baño. En la casa, aún con la canción sonando, el tipo aprieta el gatillo, pero desvía el disparo a propósito, sólo para reírse de ellos, porque no es su estilo dejar huella, y tras decir esto, sacan estanques de parafina, y rosear la casa con el líquido, asegura que fue un gusto haberlos conocido, y desde la puerta, con su encendedor, (8) enciende el fuego, que se expande en cámara lenta a través de la sala: (8) primero hace un lento recorrido hacia el living, combinándose entre la alfombra y los sillones, (8) y mientras Isidora y la mujer llegan donde Silvana, (8) Cristian, que sabe por su hija lo que pretenden hacer, toma el auto y parte a toda velocidad hacia el hospital, sin pensar en nada más que no sea salvar a Silvana. (8) En la fiesta, Camila y Gonzalo, bailando al son de “Somebody”, se dan su primer beso, y al mismo tiempo, Leyla les cuenta que está embarazada, y por alguna razón tiene mucho miedo de decirle a Cristian. (8) Y cuando el fuego se ha expandido ya por toda la sala, e invade lentamente la cocina, Alexis le dice a Bárbara que tiene que salvarse, ella por lo menos, y poniéndose de pie en dirección a ella, (8) la empuja con su cuerpo hacia la puerta, (8) mientras Silvana mira con miedo e impotencia cómo las dos mujeres se ríen de ella, e irónicamente, desconectan la máquina que le ayuda a respirar, y en la zonda del suero inyectan una jeringa con aire, que deja una pequeña burbuja que se mueve lentamente hacia su interior, sabiendo que eso la matará. (8) Viendo hecho el trabajo, las dos mujeres huyen, y Silvana comienza a llorar amargamente, (8) mientras Cristian, a toda velocidad por la ciudad, sigue recorriendo calles, y siente de repente cosquilleos en su brazo izquierdo. (8) Las llamas están ya en el segundo piso, el aire es irrespirable, y en vista Bárbara de que se hace imposible respirar, se pone también de pie, al igual que Alexis con la silla pegada al cuerpo, (8) y empuja la puerta con todas sus fuerzas, logrando salir a la calle, gritando desesperada por ayuda. (8) Desde afuera ve la casa totalmente en llamas, y adentro a Alexis desmayado, rendido por la falta de aire. (8) Cuando la burbuja de aire se acerca al interior de Silvana, (8) Cristian pierde totalmente el control del auto: su corazón está fallando de nuevo, (8) Bárbara le grita a Alexis desesperada, con todas sus fuerzas que salga de la casa, que despierte. (8) Silvana llora y y grita sin que nadie la escuche, (8) y en el momento en que Cristian pierde el conocimiento totalmente, choca de frente contra un enorme bus de dos pisos, (8) Silvana deja de gritar, (8) y la casa en llamas empieza a caerse. (8) Gritando desesperada, desconsolada, Bárbara ve la casa en llamas caerse en una sola llamarada, con Alexis adentro, (8) y en el momento en que el bus enorme cae sobre el auto de Cristian, (8) el corazón de Silvana deja de latir.
En el lugar de la fiesta, suena la alarma de los bomberos y todos deben salir apresurados hacia un incendio, preguntándose qué pasó. Camila le pregunta a Gonzalo qué pasa, no sabiendo éste responder. Leyla, Gicela, Ninoska, Claudio y Camila están aún dentro del lugar, y cuando se dan cuenta, están solos en medio de un sitio vacío. La fiesta terminó.
… Aún peor, ¿qué pasaría si ni siquiera te avisan que no volverás a estar vivo otra vez…?”
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Soundtrack en este capítulo:
(1) Bebé, “CUIDÁNDOTE”
(2) Javiera Mena, “SUFRIR”
(3) Katy Perry, “PEACOCK”
(4) KT Tunstall, “UMMANNAQ SONG”
(5) KT Tunstall, “FADE LIKE A SHADOW”
(6) Depeche Mode, “ENJOY THE SILENCE”
(7) Depeche Mode, “SOMEBODY”
(8) Sigur Róss, “HOPPIPOLLA”
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